Las viviendas reclaman calidez, menos ruido y superficies
fáciles de mantener. En las reformas ya se percibe un giro claro en
gustos.
Ese giro tiene fecha y nombre. En 2026, los suelos
laminados en espiga vuelven al primer plano en España y
desplazan a la tarima flotante convencional. El
patrón en «V» aporta dinamismo visual, y la tecnología de los
laminados suma resistencia, instalación rápida y mantenimiento
sencillo.
Por qué vuelve la espiga en 2026
La estética ochentera de la espiga regresa
depurada. Hoy se fabrica en laminado de alta densidad con capa
superior muy resistente. El resultado combina apariencia de madera
con prestaciones que la madera maciza no logra: es más
impermeable, soporta mejor los cambios de humedad
y admite un uso intenso sin sustos.
La espiga moderna gana por su efecto óptico: alarga pasillos,
ensancha salones y eleva la sensación de orden y calidad en pocos
metros.
La luz juega a favor. Las vetas sincronizadas y el relieve
texturizado generan brillos y sombras que aportan profundidad. En
áticos o viviendas con poca entrada de sol, un acabado claro
multiplica la luminosidad. En estancias grandes, los tonos medios y
oscuros añaden peso visual sin recargar.
Qué aporta frente a la tarima flotante
- Sensación de amplitud: el patrón en zigzag
dirige la mirada y corrige proporciones de estancias
estrechas. - Mantenimiento mínimo: basta con mopa
ligeramente humedecida y limpiador neutro. Sin ceras ni
pulidos. - Resistencia doméstica real: capa superior
antiarañazos y buena respuesta ante golpes. - Instalación limpia: sistema
clic que encaja firme y reduce tiempos y errores. - Compatibilidad: apto para suelo
radiante y viviendas con niños y mascotas. - Diseño versátil: funciona en estilos nórdico,
clásico, mid-century o contemporáneo.
Cómo es el patrón: espina de pescado y chevron
Conviene distinguir. La espina de pescado
alinea lamas rectas a 90° generando el dibujo en zigzag clásico. El
chevron corta las lamas en ángulo para formar «V»
perfectas. En laminado hay colecciones de ambos tipos; el chevron
ofrece continuidad más marcada, la espina de pescado tiene un ritmo
más tradicional.
Espina de pescado para viviendas con carácter y techos altos;
chevron si buscas líneas más limpias y efecto «galería» en
pasillos.
Guía rápida de compra para 2026
Antes de elegir, piensa en uso, humedad y acústica. La
clasificación de abrasión AC indica durabilidad y
ayuda a ajustar el presupuesto.
| AC | Uso recomendado | Estancias típicas | Precio orientativo €/m² |
|---|---|---|---|
| AC3 | Tránsito moderado | Dormitorios, despachos | 12–25 |
| AC4 | Tránsito intenso doméstico | Salón, pasillos, cocina | 20–35 |
| AC5 | Doméstico alto y comercial ligero | Viviendas con niños y mascotas | 30–45 |
En formato espiga el precio suele subir por el
corte y el patrón. Calcula un plus del 10–30% frente a un laminado
recto de la misma gama.
Espesor, base y aislamiento
El espesor marca sensación al pisar y acústica. Entre 10 y 12 mm
ofrece mayor estabilidad y menos resonancia. Añade una base
acústica de calidad si te molesta el «clac» al caminar o vives en
un edificio con normas estrictas de ruidos. En plantas bajas y
sobre forjados antiguos, incorpora lámina antihumedad.
Instalación: tiempos, trucos y errores a evitar
The sistema clic facilita el montaje, pero el
patrón en espiga exige planificación. Aclimata las cajas 48 horas.
Marca el eje central de la estancia y arranca desde ahí para evitar
desvíos. Comprueba escuadras en cada fila. Deja juntas de
dilatación en perímetro y en transiciones largas.
Errores frecuentes: empezar desde una pared torcida, recortar
sin pensar en el remate de puertas o rodapiés, y no prever el
sentido del dibujo respecto a la luz natural. En pasillos, orienta
la «V» hacia el fondo para alargar visualmente.
Mantenimiento diario
Aspira con cepillo suave y usa fregona bien escurrida. Emplea
limpiadores pH neutro. Evita vapor continuo, estropajos y productos
abrasivos. Coloca fieltros en patas de sillas y protege zonas de
giro con alfombras de base transpirable.
Decoración: combinaciones que funcionan
El suelo en espiga actúa como base protagónica. En tonos claros,
combina con maderas miel y textiles en lino crudo. En tonos medios,
acepta metales cálidos como latón y cobre. En oscuros, equilibra
con paredes en arena o gris cálido y piezas de cristal para aliviar
el conjunto.
Los suelos claros amplían y dan luz; los oscuros suman peso
visual y sensación acogedora. Elige según metros y orientación.
Evita competir con patrones muy intensos en alfombras o papeles
pintados. Mejor texturas lisas o microdibujos. En cocinas abiertas,
la espiga ayuda a delimitar sin tabiques si giras el dibujo en el
área de estar.
Sostenibilidad y salud
Busca madera de soporte con sellos FSC o
PEFC, y emisiones bajas de formaldehído
(E1 o inferiores). Muchos laminados actuales
integran cantos sellados que frenan la entrada de humedad. Esto
reduce hinchazones y alarga la vida útil. Pregunta por garantías:
en AC4 y AC5 son habituales plazos de 15–25 años en uso
doméstico.
¿Cuándo conviene y cuándo no?
- Conviene en alquileres y familias: alta
resistencia, fácil renovación por lamas y coste contenido. - Conviene en cocinas y baños si el modelo es
impermeable y las juntas están selladas según
indica el fabricante. - No conviene en exteriores o zonas con agua
estancada frecuente. Tampoco en saunas ni duchas a ras. - Atención a grandes superficies abiertas:
planifica perfiles de expansión si superas los metros lineales
recomendados.
Lo que te ahorras y lo que debes prever
Frente a la tarima flotante tradicional, la
espiga laminada reduce tiempos de obra y gastos de mantenimiento.
El mayor reto es el corte y la alineación del patrón, que encarece
la mano de obra si no lo instala un profesional. Compensa con menor
coste por m² respecto a la madera maciza y con la durabilidad de
las capas resistentes.
Como referencia, una vivienda de 70 m² puede colocarse en dos
jornadas con un equipo experimentado. Añade el coste de la base
acústica y los remates. Si instalas sobre suelo radiante, verifica
compatibilidad y límites de temperatura de servicio.
Una decisión con efecto inmediato en tu día a día
El cambio se nota al primer paso: menos ruido, más calidez
visual y un dibujo que ordena el espacio. Con una elección ajustada
of AC, espesor, color y base, la espiga
laminada aporta ese punto de elegancia que tantas casas
buscan sin disparar el presupuesto. Y sí, 2026 será el año en el
que muchos digan adiós a su tarima flotante.
